17 julio 2014

Vigilante de mi decir y mi hacer - María Rosa

Creo que la prudencia es uno de los frutos de la meditación diaria. Es ser vigilante de mi decir  y mi hacer. El silencio y la quietud fomentan y promueven cambios en mi persona, modela en cierto modo mi personalidad, porque al encontrarse el alma sosegada y serena, prolonga este estado en el resto de mi quehacer diario, asi me encuentro en calma y no me cuesta ser prudente en las palabras sobre todo y también en las obras.



María Rosa


Publicado por: www.permanecerensuamor.com
 

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