16 enero 2014

"...me asaltaban los miedos, las angustias y las necesidades". Susan Inocen

Cuando comencé con la práctica de la meditación mi distracción era continua, me asaltaban los miedos, las angustias y las necesidades. Gracias a la práctica, la perseverancia y el DESEO DE LOGRAR: quietud, silencio interior, encontrarme y encontrar a Dios, ahora me distraigo menos. Cuando me distraigo vuelvo a la palabra sagrada, una y otra vez... así de sencillo: volver a comenzar las veces que sea necesario. Cuando vienen pensamientos suavemente los aparto, para mi es mi ego que está continuamente manejándome y no quiere mi entrega a Dios porque tiene miedo de perder el protagonismo. La práctica y algún encuentro fugaz que he tenido con la profunda y reconfortante belleza de la paz de Dios, creo que han logrado que mi ego no se resista tanto, he notado que mis pensamientos no me persiguen y que he desarrollado una reconfortante disciplina: buscar en todo a Dios y a su Divino Espíritu. Amig@ solo te puedo decir que practiques, no le busques significado a los miedos no les des trascendencia, confía en tu ser y en Dios, el te guía.


Susan Inocen


Publicado por:
www.permanecerensuamor.com

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