06 septiembre 2012

Enfocar nuestro corazón...y entonces entrar al Amor... - Eduardo Noboa

En el centro está Cristo, es Cristo. Pero cuando lo siento como Presencia, siento al Interlocutor y me reconozco en un diálogo profundo, justamente es profundo cuanto menos palabras contiene; justo en ese instante esencial, su Palabra lo es todo, para qué hablar!!

Al sentir su Presencia también descubro mi presencia, y en esta presencia estoy viviendo mi oración: me silencio y conozco a Dios en la medida en que me es posible en este momento, que -entonces-, se vuelve eterno.

Cristo me hace saber que está en mí, me reviste de...todo. Y entiendo que cada vez que "tenga" menos, que me desprenda dando, que pueda preferirlo ante todo lo que se ve y tiene precio, cada vez que logro "ese crecer", se convierte en 'un volar' en el sentido de liberación, de verdad y de sentido.

Por eso es tan importante entender que puedo amar una disciplina que siempre consigue para mí al Dios de mis padres, al Padre; me consigue lo que todos buscamos: el Amor, la paz y la libertad.

Qué hermosa disciplina: me enfoco en Quien siempre Es y Está, por lo tanto mi corazón ya no está solo, al contrario despierta con fuerza, con fe; y si "flaqueo", si me asusto, sé que puedo retornar que soy esperado y amado, y además que en el mismo proceso de regreso (de turbulenmcias como dice John Main), Cristo se "presencia en mí". ¡Gracias Señor!



Eduardo Noboa

Publicado por:
www.permanecerensuamor.com

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