05 julio 2012

ORACION CONTEMPLATIVA - Oración de Fe - Alfredo Nesira

ORACION CONTEMPLATIVA
(MEDITACION)
Es  una oración de fe

Es mucho más importante experimentar el poder de la meditación en nuestras vidas que tratar de entenderla o explicarla. No es lo mismo que otras formas de meditación con las cuales estamos familiarizados. En la meditación no hay palabras, ni pensamientos, ni conceptos o imágenes. Oramos con Jesús quien habita en nosotros. No es más ya  “nuestra” oración porque “nosotros no sabemos cómo orar.” Rom. 8,26. La base de esta forma de orar es la habitación del Espíritu Santo en nosotros. En lo más profundo de nuestro ser está presente la  Santísima Trinidad. En la profundidad de nuestro espíritu el  Padre ama continuamente al Hijo, mientras el Hijo responde al Padre en amor y oración a través del Espíritu Santo. En nuestra meditación deseamos ser parte del amor y la oración de Jesús hacia el Padre. En vez de pensar en palabras, aspiraciones o imágenes nuestras, deseamos unirnos en silencio a la amorosa oración que el Espíritu Santo está continuamente elevando al Padre dentro de nosotros.

En esta oración buscamos abrirnos completamente a la acción del Espíritu Santo para que produzca en nosotros la conversión, el arrepentimiento y la fe en la buena nueva de Jesucristo.

La misión de Jesús durante sus tres años de ministerio público fue enseñarle a sus discípulos, hombres y mujeres a experimentar la  presencia de Dios en ellos. Esa es la misión de la Iglesia hoy.
Para experimentar la presencia de Dios se puede hacer mediante el estudio y meditación de las Sagradas Escrituras, recepción de la eucaristía y sacramentos, pero especialmente mediante la oración constante. La oración contemplativa o meditación es una de las formas más antiguas de orar en la Tradición Cristiana.

En Mateo 4,17 Jesús comenzó con su gran anuncio: “Arrepiéntanse y cambien sus corazones porque el reino de los cielos se ha acercado.”

Semanas más tarde un grupo de fariseos le preguntó: “Cuándo va a venir el reino de  Dios? Y El les respondió: la venida del reino de Dios no se puede observar, y nadie podrá anunciar, miren el reino de Dios está aquí o el reino de Dios está allí. Porque he aquí que el Reino de Dios está dentro de vosotros.”  Lc.17, 20-21.  En Mateo 13 el evangelista presenta ocho de las parábolas que Jesús utilizó para enfatizar la importancia de conscientizarnos de la presencia de Dios en nosotros.

Al sentarnos a meditar debemos dar total credibilidad al mensaje de Jesús de que “el reino de Dios está dentro de nosotros en nuestros espíritus.”

Además de la fe ( Hebr. 11,1)y (Mc. 11.22-24) debemos ser como niños si queremos experimentar la presencia Dios en nosotros. Mt. 18. 3-5.

Para meditar, “siéntese y guarde quietud con la espalda derecha, sus  ojos suavemente cerrados.  Siéntase relajado/a pero alerta.  Y  para ello practique respiración diafragmática 3 veces. Después siga respirando normalmente y comience a repetir su palabra o mantra.  Recomendamos la oración-frase MA RA NA THA. Escúchela a medida que la repite mentalmente durante 20 o 30 minutos, desde el principio hasta el fin de su meditación cada mañana y cada tarde. El propósito de repetir continuamente su mantra es ayudarle a mantenerse concentrado/a en la presencia de Dios que está en su espíritu. No piense ni se imagine nada, espiritual ni de otra índole.  Si sobrevienen imágenes o pensamientos estas son distracciones. Al darse cuenta de su distracción simple y tranquilamente retorne a repetir su mantra, ma ra na tha, pequeña oración en arameo que significa “ven Señor”. 

Si quiere aprender más sobre el arte de meditar abra el website www.permanecerensuamor.com en español. También puede llamar a Alfredo Neira al 415-515-1650 en Estados Unidos si tiene alguna pregunta.



Publicado por:

No hay comentarios: