Hola compañeros de camino...como me movilizó tu propuesta de esta semana Lucía!
Ultimamente todo me dice: Bajar de la cabeza al corazón! mi día a día, mis lecturas, mi oración...y ahora esta propuesta!!
Mi lugar de comodidad es mi cabeza, el pensar, el tratar de comprender...y últimamente no sé, siento como que debo trascender esto, despojarme de mi cabeza...pero es que me cuesta tanto!!! será miedo? puede ser...
Cada semana leo la lectura propuesta, y ahora me doy cuenta que la "pienso", le doy una y mil vueltas en mi cabeza... a veces escribo, a veces no, pero estoy...
Y ahora, la pregunta, mi vocación...y no me quedó mas remedio que no pensar y dejarme sentir...creo que la vocación, ese llamado que Dios me hace a mí, llamado personal y único, es aquello con lo que "vibro", aquello que cuando lo vivo y lo experimento me hace vivir un presente eterno, una alegría distinta y especial, como que el corazón se rie y salta!...
Me doy cuenta que me gusta mucho hacer, leer, tejer, bordar, correr,organizar, convocar ... pero mi vocación es Escuchar al Otro...después de un largo camino, de escapes y atajos, después de recibirme de Ing. Civil, casarme y ser madre de 3 hijas, ser directora en una empresa inmobiliaria bastante importante, prepararme para ser Acompañante Espiritual ...descubro de a poco mi vocación es escuchar...claro, dirán, por eso me preparé para acompañar a otros...y debo responder que no, que lo que me movió era el estudio, el hacer...tal vez en el fondo de mi corazón estaba la intuición, como un recuerdo de algo que vendría, este llamado impreso pero que aún yo no había descubierto...y lo voy descubriendo ahora...y cada persona con la que comparto un encuentro (ya sea un acompañado, una persona del trabajo, mi marido, mis hijas) me confirma en mi vocación.
Claro que mi parte "hacedora" mi grita: Me falta tanto, despegar aún mas la escucha del juicio, acoger cada vez mas amorosamente, estar disponible siempre... pero en este deseo profundo de bajar de mi cabeza a mi corazón, trato de no ponerme metas, de no exigirme mas allá de lo que hoy puedo, trato de tenerme mas paciencia, trato (y como me cuesta!!!) de dejar al Señor que haga en mi...
Esta mañana antes de mi oración justamente le decía al Señor: Dame mas fe!! haceme mas paciente...y como en un susurro complice, como disimuladamente le decía pero dale! no tardes tanto!! Puf! le pido paciencia pero YA!! algo dentro mío me dice que se ríe, que me entiende, que me abraza, que me ama! y yo acá, en eso ando...en dejarme amar!
Los dejo con una frase de Teresa de Avila que leí hace unos días en Las Moradas (como les dije todo me habla últimamente de bajar de mi cabeza, hasta Teresa!!!)
"La cosa no está en pensar mucho, sino en amar mucho"
Los quiero, gracias por confirmarme y animarme ... mariana (microcentro de Buenos Aires, a punto de desencadenarse un tormentón!!)
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