Amigos/as meditadores/as: respondiendo a la sugerencia de Lucía, me presento: soy Juana del Valle, Argentina. Tengo 76 años y estoy jubilada de mis tareas docentes; esto, oficialmente, pues sigo enseñando en casa y siempre que me invitan a hacerlo en alguna institución. Creo que lo haré mientras dure mi vida porque la docencia es mi vocación. Muy temprano -a los 16 años- comencé a ejercerla y no la abandoné más. El Señor me dio muchos regalos en este camino y por ello le estoy siempre agradecida; creo que uno de ellos, quizá el más importante, fue el de aprender de mis alumnos tanto como de los libros y de mis propios maestros. Aunque no parezca creíble, la ciencia también me acercó a Dios, si bien ahora advierto que la vía más corta es la del corazón, la del amor. Lo descubrí en la meditación.
Les envío a todos un abrazo afectuoso.
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