18 abril 2012

Reflexiones sobre la Oración - Alicia Vinent

Queridos todos y cada uno en especial:


Podríamos dejar de respirar? Se nos hace evidente que no, por eso todos compredemos cuando los que se han perfeccionndo en este hacer comparar la necesidad de orar de todo creyente, con la necesidad que el hombre tiene de respirar para subsistir.

La oración responde a una necesidad inherente al hombre,  a una sed y hambre que sobrepasa todo entendimiento, pues trata acerca de algo que el hombre no sabe precisar con exactitud y que surge como respuesta a un eco, que en el absoluto silencio se logra percibir.
 
A la vez  la oración habla de una capacidad que el hombre posee, que Dios le concedió, de responder a ese eco que le trae noticias de una dimensión en donde el Amor impera, noticias de un  Amor perfecto y distinto, d euna plenitud a la que está llamado todo hombre.

Una alegría distinta nos sobrecoge, pues sabemos que Dios no concede nada a medias y que es extremadamente infinitamente generoso y perfecto por eso podemos tener la certeza que todo hombre que ora nunca será defraudado.

La oración nos conecta directamente con  "nuestro cuarto cerrado" por eso quizá nos turbamos un tanto por temer  no ser precisos en lo que digamos sobre ella.
 
Los textos bíblicos, son la fuente esencial y primera, nuestra fuente principal de motivación que nos llevará a orar de manera inevitable, nuestra sed de Verdad se irá saciando.
 
A la vez que también nos colma de alegría los inumerables "amigos que el Señor traerá a nuestras vidas, como guía y ayudas preciosas en todo pero en especial a este hacer que nos despertarán acerca de esta capacidad-necesidad  y son  los que entienden, los maestros,los iluminados, los que nos deleitan con su experiencias sobre este hacer, ellos explican su recorrido  sus tropiezos sus aciertos.

Origenes es un guía más que precioso al que uno desea tener siempre cerca, también los padres del desierto, los místicos,San Juan de la Cruz, Santa Teresa como asi también Santa Teresita, San francisco de Asis, etc etc etc. ellos nos permiten salvando la real distancia acerca de nuestra imperfecta forma de orar, ir paladeando de antemano este goce inefable fruto del buen orar, a la vez que son una ayuda incondicional pues nos permiten caminar con mayor seguridad y valorar este regalo divino. La oración pertenece a la dimensión del misterio sagrado, el lugar de la "zarza ardiente" , por eso mismo hay que experimentarla, no puede ser explicada.

Pienso en Abraham, Moisés, y  en todo  hombre de Dios que ha existido a lo largo de los siglos y pienso en este hacer que se nos regaló y que enciende de  hecho nuestro corazón en un Amor inexplicable, pienso en el Amor, para llegar a  Jesús que todo lo ordena, lo aclara, lo salva, como si tocados por el soplo divino, que no es sino Espiritu Santo, soplados por la mismisima  Presencia encendiece nuestra alma, fusionandola a partir de nuestro anhelo de pureza,

Este hacer que  nos encamina y descubre,  la "escalada secreta" a partir  que  "la casa esté sosegada" aunque aún estemos en "plena noche oscura", el alma no puede evitarlo emprende su viaje al Amado.

Asi de manera inexplicable, en este orar, en el lugar secreto, en la intimidad de nuestro cuarto interior, secreto y sagrado, podemos sentirnos incomprensiblemente amados infinitamente amados, vivos en este amor.

Amor que al ser único indivisible  y perfecto,  eterno, no conoce de presente, ni pasado,
Podemos ser alcanzados por destellos de luz y asi podríamos trascender espacio y tiempo, y sentirnos muy cerca de aquellos grandes profetas y santos, porque ellos tocaron el AMOR, con la perfección que Dios les permitió, tocaron a la eternidad, y cuando se ora, Dios concede al que lo hace, lograr este contacto con el AMOR, con lo eterno, donde no nos cansaremos de asombrarnos como asi tampoco de agradecer sin pausa por todo lo que se recibe, ahi se nos dá noticias ciertas que no existe presente ni furturo, solo se ES, se es AMOR, y se es UNO con El, se es UNO en la eternidad. Si, podemos hacer contacto y estar inmersos en la Presencia misma, y a partir de esto, todo lo que suceda  es fruto del Amor y es posible.

Cuánto mas puros anhelemos ser, más nos conoceremos y conoceremos nuestras miserias, limites errores se despertará mas sed de pureza,  Dios no nos negará nada, bienes que se darán no en nuestro tiempo sino en el que crea El conveniente, en la medida que se  nos lo vaya concediendo,  mejor se dará este lograr ser en el que es SER por excelencia.

Los que hemos elegido y dicho sí a este camino, nos sentimos involucrados con todos los "tipos posibles de oración", que no son en si mismo o deberían ser uno solo, ejercitarnos en el oficio de amar y ser amados, hasta  ser unos con el Amor.

De manera precisa sencilla como es toda ella, nuestra querida  Madre Teresea de Calcuta nos lo dice y hoy  comparte con nosotros sobre este tema.

Los dejo con ella:

El fruto del slencio es la oración,
el fruto de la oracion es la fé,
el fruto de la fé  es el amor,
el fruto del amor es el servicio
el fruto del servicio es la paz 
                                             Madre Teresa de Calcuta.


Con todo mi afecto desde el amor infinito de Jesús y María,



Alicia Vinent



Publicado por:
www.permanecerensuamor.com

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