11 abril 2012

Rabbuni!! - Alicia Vinent

Deseo compartirles algo:

Ayer 8 de abril, Domingo de Resurrección, desperté muy temprano, ya había amanecido.

Una fresca mañana otoñal absolutamente en calma me saludó, limpido el cielo,

Incontables hojas amarillas ocre quedaron despositadas y agrupadas como al descuido sobre el verde césped como descansando luego de estar sujetas a los caprichos de un fuerte viento que soplo por algunas horas el día anterior.

Quedaban en casa dos hijas mias, el resto había partido.
Una de ellas se levantó al escuchar mis movimientos y al verme vestida para salir me peguntó donde iba.

Le dije, Laura, voy en busca de Rabbuni!!!
Me quiso acompañar, estando aún a medio despertar.

Y si, mi queridisimos amigos, si mi querida Inma, toda la naturaleza nos esperaba, nos recibió  exultante de alegría ?Pascual.

El sol tibio jugaba entre el oro de las hojas, iluminándolo todo.

El Sábado Santo, como en una especie de silencioso proceso interior y hasta donde el Señor lo permitió senti vividamente lo que sucedería si no pudieramos  contemplar nunca más a nuestro amado Resucitado.

Asi entendí el llanto de María Magdalena, Dónde han colocado al Señor? Dónde estas Amor de los Amores? Que vacío, que desolación!!!

Avanzaba con una compresión nueva, toda la naturaleza se transformó en huerto!!!! Mi corazón lo recibía de manera diversa...lo sentia de manera distinta.

Recordaba la pregunta que realizó el Señor a María Magdalena, ¿Porque lloras? A quién buscas?

Rabbuni!!!
Rabunni!!!
Rabbuni!!!

Ah!!! queridisimos amigos, qué sería de nosotros si verdaderamente no pudieramos contemplarlo nunca más!!!

Sentía que trabajaba en dos dimensiones, la conciencia plena de esta renovada alegría Pascual  pues lo sé lo siento, EL Vive para siempre!!! mientras caminaba al lado de esta queridisima hija mía que me acompañaba providencialmente, plena de sus preocupaciones, sus desvelos, joven en esta lucha tan desleal, con un mundo donde el Amor no se vive plenamente,  y en otra dimensión secreta,  profunda vividamente sentía encendida mi alma que lo buscaba a El, lo sentía a El y al encontrarlo gozaba plenamente.

Tenía la certeza que era posible, escucharlo, ya que  El pronunciaba mi nombre, como asi también, el de todo el que lo busque con sincero deseo anhelo de encontrarlo y vivirlo.

Las aguas del río, se movían  inquietas, inconstantes, como sujetas a corrientes diversas.
Ah!!! Pensé que cierto es esto. esto es lo que sucede en el alma humana.

La alfombra de hojas otoñales, nos recordaban, que si morimos por alguna razon justa en cuanto a amor  nutrimos, transformamos en fértil, lo estéril y solo asi damos vida en abundancia.
Nuestras aparentemente insignificantes muertes de cada día, son verdaderos milagros de amor, que nos van resucitando, nos van transformando en puro oro puro destinado a dar vida en abundancia

Mi hija me invitó a ir a un muellecito cercano, me encantó esto, la marea estaba muy baja, el paisaje se mostraba distinto, quedé en silencio pues la otra orilla se divisaba nítida y las  aguas alli lucían como un espejo, reflejando todo lo creado.

Rabbuni!!!
Rabbuni!!
Rabbuni!!

Todo mi ser lo reverenció!!! Lo adoró pues lo sabía vivo y presente en mi alma. Todo lo creado es obra de su Amor.

Los recordé a todos ustedes, agradeci de manera incesante,  estuvimos en silencio instantes plenos de Presencia que se hicieron eternos.

Me adentré en este misterio  y no pensé mas...Colmadas del Amor de Jesús Resucitado emprendimos el regreso.

Los quiero mucho,  desde el  Amor infinito del Señor Resucitado los abrazo,

Alicia Vinent



Publicado por:
www.permanecerensuamor.com

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