18 abril 2012

Orígenes tradición contemplativa - Graciela Moranchel

Querida Lucia y amigos meditadores:
 
Es bueno preguntarse sobre los orígenes de nuestra tradición contemplativa. Porque me parece necesario que estemos "arraigados" en una historia de fe y también en una práctica que es común con toda la humanidad, y tan vieja como el mundo.
 
En ese sentido, la "práctica del silencio" es muy antigua.  Contemporánea de Israel en culturas orientales, como India, China, Japón, etc. ¡¡¡Tiene más de 5000 años!!! Se practicaba en Oriente, en el hinduísmo, por ejemplo,  y luego encontró una buena sistematización en las diferentes formas de budismo, luego del siglo VI a. C.
 
En Israel había ciertos "movimientos religiosos" que tenían prácticas meditativas con interpretaciones místicas de la Torá, que seguramente han influido mucho en los consejos sobre la oración que encontramos en los Evangelios, y que van más allá de las prácticas usuales litúrgicas del pueblo de Israel (como las lecturas en la Sinagoga, o las oraciones en determinadas horas del día, como nosotros heredamos del judaísmo con la "Liturgia de las Horas").
 
Luego de la institucionalización de la Iglesia, estas prácticas se fueron "afinando" y encontrando diferentes modos de práctica, y con los Padres y Madres del desierto en el siglo IV d.C. se transformó en una práctica común de quienes habían dejado todo para seguir los caminos de Dios.
 
El padre John Main tuvo que investigar mucho para encontrar las raíces "cristianas" de una práctica que él aprendió de un Maestro "oriental". Pero con gran satisfacción cayó en la cuenta de que en todas los tiempos y culturas los hombres y mujeres se han dirigido a Dios por medio del silencio. Sólo que no se nos había dado a conocer...!
 
Durante siglos, hasta mediados del siglo XX los cristianos fuimos "privados" de estos conocimientos y de estas prácticas de oración de silencio, porque se consideraba sólo dirigida a una elite de personas que vivían en monasterios.
 
La oración cristiana se limitó  (y aún hoy se sigue limitando en muchos ámbitos cristianos) a la oración de "peticion", entendiendo que el "diálogo" con Dios sólo puede expresarse por medio de palabras e imágenes. Para algunos sectores muy fundamentalistas de la Iglesia, el "no pensar ni en Dios", la repetición de un mantra o Palabra Sagrada, el dejar de lado peticiones y alabanzas, como hacemos nosotros, se considera algo "peligroso" para la vida espiritual, y no se recomienda.
 
Gracias al padre John Main, se nos abrió a todos los laicos la posibilidad de vivir esta forma de orar, y se puso sobre el tapete que esta oración tiene raíces también en nuestra cultura cristiana, sólo que no se conocían estos datos, o no se transmitían por temores infundados.
 
Por gracia de Dios la mentalidad del Pueblo de Dios está cambiando y existe una enorme necesidad de conocer nuestras raíces y de practicar la oración de silencio, porque nos damos cuenta de lo hermoso y saludable que puede resultar para nuestra vida, y cómo nos dispone para el encuentro más profundo con Dios y con los hermanos.
 
Les mando un gran abrazo, animándolos a continuar con nuestra "práctica sagrada", y a PONER MÁS SILENCIO allí donde podamos, ya que este mundo está recargado de serios "ataques auditivos" permanentes que están haciendo mucho daño a nuestro hábitat.
 
 
 
 
 
Publicado por:

No hay comentarios: