El significado más relevante de esta temporada lo encuentro en el árbol de navidad. Al observarlo detenidamente me envuelve en sus luces y esferas, en esa magia misteriosa y encantadora que transmite e irradia el gran amor que tiene Dios para mi y para cada ser de esta tierra. El niño Dios, el niño Jesús como el más especial y preciado presente que ilumina al mundo entero se encuentra al pie del árbol navideño en las más bellas y diversas decoraciones y arreglos de una representación histórica y milenaria del nacimiento de Jesús, que en aquella época se pretendía obstaculizar a no dar luz al mundo. A más de 2000 años el
mensaje se hace presente con mayor fuerza e intensidad; El reino de los cielos se devela ya a la conciencia de la especie humana. Un reino creado para las criaturas en el amor de Dios. El árbol representa ese reino dado al rey de reyes desde su nacimiento que esta al pie del mismo en un humilde pesebre, y los "cielos" los veo en la gran cantidad de esferas de todos los tamaños y formas que adornan y rebosan al reino (árbol), desde las esferas más grandes y exóticas en la parte inferior que conforme cobran altura en el árbol se van haciendo de menos grosor hasta las pequeñas, altas, sutiles y delicadas esferas que se acercan y se unen en la luz de la estrella superior y luminosa que corona el árbol navideño (el reino). Y lo maravilloso de todo esto es que Jesús permanentemente con sus brazos abiertos nos esta invitando a su reino, a ser parte de El, y comienza desde el corazón de cada uno de nosotros, y de alguna manera ya somos participes de estas glorias donde cada año se hace presente y se renueva ese recordatorio donde a partir de EL retomar e iniciar un año más en los propósitos de una visión de vida en la esfera espiritual y celestial que nos acerca más en el amor entre los hombres y lo divino del reino de los cielos.
Sean las mejores celebraciones de gozo y de paz en los amorosos corazones de Jesús.
Con cariño y amor un fuerte abrazo a cada uno de ustedes, mis compañeros peregrinos en el sendero de la Meditación Cristiana.
Javier Gandara
No hay comentarios:
Publicar un comentario