22 diciembre 2011

Mensaje de Adrián José

Una vez más veo que entre mis hermanos la liturgia se convierte en opio. Ahora celebramos la Navidad y todos esperando ver nacer a Jesús, y a todo lo simbólico nuestra mente lo transforma en real. En unos meses viene la Pascua y todos lloraremos la muerte de Cristo y nuevamente lo simbólico pasa a ser real. Cristo vive entre nosotros cada instante de mi vida. Ese es el único Cristo real y pasa desapercibido.

El cristiano debe madurar algún día y soltar lo simbólico, lo emotivo, lo reflexivo y lo analítico para pasar a lo real. Vivimos dormidos en el simbolismo y la realidad es el único medio para contactar al Cristo real. No hay otra manera, y sin embargo le huímos a través del entretenimiento del simbolismo transformado en nuestras mentes en real tal como si consumiéramos opio. Si esto no es adorar y edificar falsos dioses, entonces no se lo que es. 

La religión no es mas que una filosofía barata, que es buena al principio, por que nos marca cierta pautas de comportamiento que nos permite crecer espiritualmente en los primeros pasos, pero si se transforma en un programa de funcionamiento se transforma en algo completamente dañino. Debe en algún punto conducirnos a reconocer a la Trinidad en nuestro corazón y no solo enseñarnos a que está allí. Debe dejar en algún punto todos los sucesos históricos de Jesús para conducirnos al reconocimiento del Jesús vivo, de manera que cada uno de nosotros escriba su propio evangelio. Esto de mostrar a la navidad así, nos distrae, nos aleja de la oración en algo que es completamente cargado de una emotividad prefabricada desde lo espiritual, como si fuese una gran manipulación. Sinceramente creo que como maduros en la fe, debemos buscar el silencio interior, alejarnos de nuestras pasiones, y todo se nos será enseñado en nuestro corazón. No nos hace falta recordar la navidad o la pascua, ya que la viviremos en carne propia. 


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