25 noviembre 2011

Vuelvo a mi Palabra - Claudia Paulín

Me veo reflejada en las experiencias de mis prójimos que han iniciado este "viaje" hacia Nuestro Señor que habita en nuestro Silencioso Interior y donde tan felíz me siento. 

No falto a mis dos meditaciones diarias; persevero. No es fácil: es como si el ego hiciera sus zancadillas y vienen a mi mente uno trás otro pensamientos: preocupaciones del momento, obligaciones del después...¡y cada futilería!...Pero ahí vuelvo a mi Palabra...y me voy...y vuelvo...¡Pero continúo!
 
 

1 comentario:

Lucia dijo...

Querida Claudia:
Creo que encontraste el sentido de lo que significa meditar - y lo expresas muy bien en tu frase: "...Pero ahí vuelvo a mi Palabra". Eso es meditar - un peregrinaje de regresos, de recomienzos y de nuevos amaneceres.

Muchas gracias por compartir!